Cuando nos encargan “darle vida” a un instrumento musical hay una cosa esencial, o mejor dicho, un handicap a tener muy en cuenta, se trata de la delicadeza de la pieza. Hay que manipular con sumo cuidado, cualquier golpe, manipulación indebida puede dañar la guitarra. Por lo que lo primero de todo: tratar el instrumento musical como si fuera un trozo de papel a punto de romperse.
A continuación os explicamos brevemente los pasos seguidos en la personalización de la guitarra.
Se da una base plata y una vez seca se aplican los flakes. Posteriormente se dan un par de manos de barniz transparente y se deja unas 24 horas que vaya endureciendo.
Se matiza perfectamente el barniz hasta conseguir una superficie completamente lisa y se aplican tres manos de candy de uretano rojo uniforme a toda la pieza y tres manos más al perfil de la guitarra y al interior de las llamas.Se vuelve a barnizar y 24 horas más de endurecimiento antes de continuar el proceso de pintura.
Nuevamente matizamos el barniz y dejamos la superficie preparada para realizar las incrustaciones de pan de oro.
Matizamos el barniz hasta dejar la superficie lista para que el pincel deslice fácilmente. Ahora llega uno de los momentos más delicados y complejos ya que se trata de un trabajo artesano hecho a mano, perfilar las llamas y el contorno de la guitarra y realizamos un pinstriping en la cara posterior.
Una vez esto está hecho sólo queda dar cuatro manos más de barniz y a las 36-48 horas puliremos para conseguir un perfecto acabado cristalino.
a hemos terminado, como siempre nos gusta hacer, agradecer la confianza poniendo en nuestras manos algo ten valioso.
¡Ahora a tocar!